Cuando en una empresa buscan un nuevo empleado, lo primero que hacen es abrir las candidaturas al puesto para recibir los currículums de quienes optar a ello. En función de la información que se detalla en los currículums se hace una criba de los candidatos, pero realmente éste sirve de poco porque las estadísticas dicen que 1 de cada 3 personas miente en la información que pone en el CV, sobre todo en el sector tecnológico.
Uno de los puntos principales donde se falla al mentir es en las fechas, donde se puede apreciar una falta de concordancia entre las fechas de estudio y del trabajo. Mentir sobre los idiomas también es algo muy frecuente en nuestro país donde hablamos muchas más lenguas de las que realmente sabemos.
Una cosa es decorar de forma más bonita el currículum informando de forma positiva nuestros trabajos realizados y aptitudes, podríamos decir que exagerando un poco, y otra cosa distinta es mentir diciendo que sabes hacer cosas que realmente no sabes.
Por lo tanto seleccionar a un candidato que se bueno para el puesto no es tan sencillo. Para estar en igualdad de condiciones en el proceso de selección los candidatos inflan sus currículums. Por eso la mejor forma de hacer la selección es mediante pruebas de aptitud.
Podríamos hacer una diferenciación de dos tipos de trabajadores, por una parte aquellos que no están trabajando y buscan optar a un puesto. Estos se ven tentados a mentir para lograr una entrevista de trabajo aunque puede que en ésta se den cuenta de que no estén capacitados para el puesto y la empresa no ha perdido nada porque no lo ha contratado.
Por otra parte, están quienes buscan mejorar su empleo actual, estos no suelen mentir ni exagerar en el currículum porque no les servirá de mucho dejar su trabajo y en la empresa nueva ni siquiera pasar el período de prueba.