La figura del autónomo dependiente o también llamada trabajador autónomo económicamente dependiente es un tipo de empresario individual que se regular en la Ley 20/2007 del 11 de julio del estatuto del trabajo autónomo, donde éste es definido como aquel que realiza una actividad profesional o económica a título lucrativo y de forma habitual para una persona jurídica o física denominada cliente, del que depende económicamente en al menos un 75% de sus ingresos. Esto se origina debido a que muchas empresas contratan a sus trabajadores como autónomos para ahorrarse cotizaciones sociales. De este modo los autónomos dependientes tendrían principalmente un cliente.
En este artículo te explicamos todo lo referente a los trabajadores autónomos económicamente dependientes.
Para la realización de una actividad como autónomo dependiente tienes que formalizar un contrato por escrito de forma obligatoria con tu cliente. El cliente así podrá requerir al trabajador autónomo dependiente el cumplimiento de las condiciones expresadas en el contrato.
El contrato se deberá registrar en la oficina del Servicio Público de Empleo Estatal que corresponda, en el plazo de los 10 días hábiles siguientes a su firma, comunicando al cliente dicho registro en los siguientes 5 días hábiles a su firma.
Este contrato incorpora la cobertura de la incapacidad laboral, la cotización por accidentes de trabajo y enfermedades profesionales de la Seguridad Social. Además tienes que contratar por obligación con una Mutua. También tendrás que disponer de materiales propios y de una infraestructura productiva necesaria para el ejercicio de la actividad.
El autónomo dependiente que haga un contrato con su cliente no podrá tener a su cargo trabajadores por cuenta ajena, ni tampoco contratar o subcontratar a terceros el trabajo para el que ha sido contratado.