¡Qué sensación tan buena la de revisar la cuenta bancaria y observar que Hacienda ya ha pagado! Pero este momento no es, ni mucho menos, inmediato sino que puede llegar a demorarse un tiempo.
De hecho, la Agencia Tributaria tiene hasta seis meses de plazo para ordenar el pago y devolver lo debido del IRPF.
Solo cuando la orden de devolución se emite pasados estos seis meses comienzan a contar los intereses de demora. El abono de estos intereses alcanzará, efectivamente, desde el vencimiento hasta la fecha de la orden de pago, sin ser necesario que el contribuyente reclame los mismos, puesto que se generan de forma automática.
Por este mismo motivo las devoluciones que proceden de las declaraciones de renta presentadas por la vía online suelen realizarse de forma más rápida que las presentadas en entidades bancarias o en las oficinas de la Agencia Tributaria.
Ante el retraso de la devolución de Hacienda puede optar por acudir o llamar por teléfono a la oficina correspondiente, aunque existe el servicio de consulta a través del portal de Internet de la Agencia Tributaria (www.aeat.es). Mediante los apartados “RENTA 2014” Y “Consulta devolución” podrá conocer el estado de su declaración y el motivo de este retraso.