Atendiendo a un tema que aqueja a muchos españoles desde hace, por lo menos, siete años y que afecta a diversos sectores, se han tomado medidas para revisar “lo que no está funcionando”. En este caso, se revisarán varias propuestas emitidas en torno a nuevas legislaciones en el sistema fiscal español.
Se dice que es de sabios rectificar o cambiar de opinión y que más vale tarde que nunca, así que se aplaude la decisión por parte del Ministerio de Hacienda por proponer una reforma integral a este sistema, particularmente el tributario. De antemano, se sabe que con estos temas nunca se le da gusto a todos, pero es un hecho innegable que lo peor es permanecer estático ante un problema.
¿Qué se propone entonces?
Se propone, principalmente:
a) Cambios al IRPF (tributación directa) e IS (Impuesto sobre Sociedades), reduciéndolos.
b) Alza en los impuestos de imposición indirecta (llámense IVA e Impuestos Especiales)
Muchas personas se declararán inmediatamente en contra de esta última. Sin embargo, cabe destacar que esta medida es aprobada y sugerida por Bruselas y el FMI.
Refiriéndose al IRPF, se propone su reducción y supresión de la deducción en caso de adquisición de vivienda (de manera retroactiva). A las rentas de capital se les propone fijar un tipo único (24%).
Todas las empresas deberían ser sujetas a un único gravamen, sobre el cual se propone que se reduzca inmediatamente al 25%, llegando posteriormente hasta un mínimo de 20%.
Ahora bien, dichas medidas piensan ser subsanadas por un aumento en el IVA que puede ser en un 1 o 2% (alcanzando máximo un 23%). Asímismo, los impuestos Especiales podrían aumentar en un 10%, incluyendo productos como alcohol y tabaco.
Por último, se ha puesto en el tintero la supresión total y definitiva de las reducciones a empresas familiares en los impuestos sobre sucesiones.
¿Qué opinas sobre esta reforma? ¿Estás de acuerdo?